Una vez que ya sabemos que la financiación bancaria puede ser para las startups, hemos de analizar nuestras necesidades y momento de caja para saber qué producto bancario escoger para ayudarnos a resolver nuestras necesidades.
¿QUÉ BUSCAS?
En este punto, hay que diferenciar entre inversión y financiación. Pese a que los dos conceptos suponen un recurso financiero para la empresa, el objetivo de cada uno es diferente. No es lo mismo el capital que entra en forma de equity, con un inversor detrás con vistas a recuperar su dinero a largo plazo con un multiplicador. Que el dinero que presta un banco, cuyo objetivo principal es que este sea devuelto con un interés. Mientras que el inversor se centra en el multiplicador, el banco se centra en la devolución del dinero.
Una vez sepas que buscas, podrás seleccionar que productos te pueden ir mejor para ti. Desde Upbizor, nos centramos en financiar el crecimiento. Es decir, siempre recomendamos ir al banco a buscar financiación no dilutiva.

CONÓCETE
Otro concepto clave para entender cuándo puede entrar un banco a ayudarme en mis finanzas y con qué producto, es entendiendo en qué momento de caja se encuentra la startup.
Desde la curva inicial del ciclo de caja (conocida como el “valle de la muerte”) entenderemos que el inicio debe ser financiado por las FFF (Family, Friends, Fools). Complementadas por una cuarta: los Founders. El banco necesita unos mínimos para acceder a darte la financiación.
Dependiendo del destino de la financiación, la forma de devolución y el conocimiento, deberemos tomar un producto bancario y otro.
“Los bancos quieren entender de donde viene la startup y hacia dónde va.”
Como bien comentamos, no supone el mismo riesgo para el banco un producto a largo plazo, relacionado con una inversión que va a generar un retorno en un tiempo. Que un producto a corto plazo, que ayudará a mejorar las necesidades de liquidez que pueda tener la startup en su día a día.
Es simple: gracias a que el banco puede seguir las operaciones de la empresa, el riesgo es menor.
QUÉ PRODUCTO BANCARIO ESCOGER
Dicho esto, es importante conocer los diferentes productos financieros que nos pueden ofrecer los bancos.
Operativa de la empresa
Para financiar el día a día de la empresa, existen las siguientes líneas:
- Tarjeta de crédito: La cuenta de crédito nos permite solucionar los problemas de liquidez más inmediatas. Se recomienda utilizarlo para solucionar necesidades puntuales y específicas. Pero no para financiar bien material o mobiliario. Como comprar un vehículo o local comercial. Existen otras alternativas de financiación más adecuadas.
- Líneas de crédito: Es una de las cuentas de crédito más utilizada. Son unas líneas de circulante que autorizan una cantidad de dinero para que se pueda usar para el gap entre cobro y pago que tenga una empresa o para pagar gastos comunes, como los pagos de nóminas o proveedores, entre otros

Proyecto de inversión
- Préstamo a largo plazo: Este instrumento es un tipo de crédito que ha de devolverse en más de un año y, dependiendo de las características, se suele requerir un aval. Hay algunas líneas que están avaladas por instituciones públicas, como la línea ICO Inversión. Por ese motivo, son líneas que solemos recomendar ya que son de gran ayuda para las startups. Si queréis más información, la podéis encontrar aquí.
- Factoring: Es un instrumento del corto plazo, y va dirigido a cualquier empresa. Este instrumento te permite adelantar el efectivo de tus facturas, y así obtener liquidez. Es decir, tú contratas este instrumento con la empresa factor, y ellos te adelantan la deuda de tu cliente. A partir de entonces, la empresa factor gestiona toda la operación de cobro. El contrato entre el cedente y la compañía factor se realiza gracias a una evaluación, que determinará el límite máximo de crédito y el precio del servicio.
- Confirming: Es la misma función que el factoring, pero para proveedores. Esta financiación a corto plazo está basado en la gestión de los pagos de una empresa cliente a sus proveedores. Es decir, esta herramienta permite al proveedor la posibilidad de cobrar facturas de manera anticipada.
- Leasing: Es un contrato mediante el cual una empresa le cede a otra el uso de un bien mueble o inmueble durante un período de tiempo determinado a cambio de unas cuotas periódicas. Al final del contrato, hay la opción de compra del bien en cuestión.
- Renting: Es un contrato de alquiler a largo plazo sin la posibilidad de adquirir ese bien al final del contrato. A cambio de unas cuotas mensuales, puedes utilizar un bien (como vehículos o equipos informáticos) además de una serie de servicios. Si eres autónomo, te podrás deducir hasta el 100% de estos importen en tu declaración del IRPF.
- Internacional: También se ha de valorar las condiciones de las transferencias internacionales que surgen gracias a la importación o exportación de la empresa. Los bancos permiten que sean rápidas, seguras y a un interés bajo.
- Pasarelas de pagos (o TPV Virtual, es decir, Terminal Punto de Venta Virtual): Es la forma de pago que implementan todos los comercios digitales, es decir, proporciona el servicio de pago telemático al cliente a través de internet. Por lo tanto, las pasarelas de pago es el dispositivo y tecnología que ayudan en la gestión de las ventas de un comercio.
Si te has quedado con alguna duda, puedes contactar con alguno de nuestro asesores para saber qué producto bancario escoger. Es clave tener una buena planificación financiera para ser lo más eficiente posible; y de esta manera llegar a la cima con la mínima dilución posible.


